domingo, febrero 27, 2011

Visión

Aún una vida feliz no es factible sin una medida de oscuridad, y la palabra "felicidad" perdería su sentido si no estuviera balanceada con la tristeza. Es mucho mejor tomar las cosas como vienen, con paciencia y ecuanimidad. (...) Tu visión devendrá más clara solamente cuando mires dentro de tu corazón...Aquél que mira afuera, sueña. Quien mira en su interior, despierta. 

Carl Gustav Jung


Imágenes de Joaquín Sorolla

lunes, febrero 21, 2011

Agua fria y heladeras II

Creo que hace unos años hablé en este blog sobre la heladera de mi casa. Creo que despotriqué contra ella, contra sus contenidos, contra su pereza a la hora de congelar. Señalé que contenía agua, muchas botellas de agua  (No, no. Agua mineral, no. Para eso está el bidón de Ivess que traen semanalmente a casa) Ensalcé su inoperancia. ¿O acaso la denosté? Ah…difícil saberlo. Pues bien. El tiempo ha pasado. ¿Cuánto? Años. Cinco. La heladera continúa presente en mi vida. Nos hemos mudado de barrio. Sí. Del coqueto y residencial Retiro al increíble y pujante Almagro. Y la heladera, la inmensa heladera con nosotros. Mi hermano partió siguiendo un amor al Norte. Mi otro hermano volará pronto un poco más cerca. Yo, en cualquier momento me divorcio. Pero la heladera sigue aquí. Se ha vuelto a descomponer varias veces. La última parecía que algo no funcionaba porque salía agua de abajo y el piso de la nueva cocina estaba permanentemente mojado. Uno se levantaba descalzo por la mañana a prepararse medio dormida un café y patinaba con el agua que salía de su interior. Mi viejo se comunicó con el servicio técnico. Vinieron unos señores a buscarla y dejaron una en su lugar, una mucho más pequeña que enfriaba diez veces más. Luego al cabo de un tiempo, no se cuanto, trajeron la vieja heladera completamente renovada. Y si. Hace bien en no querer comprar una nueva. Además se la regaló a mi vieja y ella estaba feliz con su flamante heladera hace más de ¿catorce años? No lo sé. A ver. Mi vieja murió hace trece por lo menos. Si calculo que papa le compró la heladera un año antes pudieran ser catorce. O más. Es cierto que es mucho tiempo pero también es cierto que no es tanto. ¿Qué opinás, June? (June es mi gata) Ella me mira y se guarda la respuesta. Ella tiene todas, absolutamente todas las respuestas. -La gata es ciencia- le gusta decir a mi viejo. Ahora mi hermano pegó un imán de una foto que sacó en Uruguay. El es un excelente fotógrafo. Y yo me calenté, casi diría me excité con un jueguito que vi en una casa de arte y diseño moderno y me lo compré. "Armapoesía". Poesía, mágica palabra. Son  más de cuatrocientas cincuenta palabras imán en inglés ¡Cuatrocientas cincuenta! ¿Cuántas palabras conforman el lenguaje cotidiano que utilizamos para comunicarnos? -Para la heladera-, me dijo la vendedora. Yo las miraba. –Es que soy maestra de inglés- le dije como justificándome. –Ah, lo querés para enseñar…Así que ahí fui, hacia la caja registradora, con mi tarjeta débito y el set de palabras más una chapa verde –para tener donde pegar los imanes- y pagué. Ahora no estoy segura de su fin didáctico, de si la compré para dar clases o si en realidad lo quería para mí. Mientras tanto, al azar, porque así es este juego, pegué unas palabrejas en la heladera. Y les saqué una foto. Listo, ahora me puedo ir a chatear tranquila.


domingo, febrero 20, 2011

Almagro locura II

                                                                   él y yo

                                                                     diosa
                                                                      cuarenta
                                                           te espero en la esquina

martes, febrero 08, 2011

A lágrima viva...

                                                          Catalina de Arturo Prins
Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!


jueves, febrero 03, 2011

Como en el cine X


                                                          Blade Runner dir. Ridley Scott


Deckard: Leon!
Leon: How old am I?
Deckard: [after slugging Leon, to no effect] I dunno.
Leon: My birthday is April 10, 2017. How long do I live?
Deckard: Four years.
Leon: More than you! Painful to live in fear, isn't it? That´s what is like to be a slave…

(Deckard: León!
Leon: ¿Cuántos años tengo?
Deckard: No sé.
Leon: Mi cumpleaños es el 10 de Abril, 2017. ¿Cuánto voy a vivir?
Deckard: Cuatro años
Leon: ¡Más que vos!Doloroso vivir con miedo ¿verdad? De eso se trata ser un esclavo...) 






Batty: I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I've watched C-beams glitter in the dark near the Tannhauser Gate. All those moments will be lost in time, like tears in the rain. Time to die.

(He visto cosas que ustedes no creerían: atacar naves en llamas más allá de Orión...He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser...Todos esos momentos se perderán... en el tiempo, como lágrimas...en la lluvia...Es hora de morir)